Los equipos de negociación de Reino Unido y la Unión Europea arrancan una nueva semana de conversaciones.
La primera ronda de conversaciones abordó cuestiones de organización y logística. Bruselas asume que esta segunda será la ‘ronda de la aclaración’, aunque ven ‘improbable’ que se den grandes pasos.
Londres ha publicado una serie de documentos con su posición en diversos temas de las conversaciones, como la frontera irlandesa o el papel del Tratado de la Unión Europea tras el Brexit. También ha propuesto mantener una ‘unión aduanera temporal’ tras el Brexit.
La fecha clave es octubre, cuando los Jefes de Estado y de Gobierno de los Estados miembros se reúnan en Bruselas para decidir si existen avances suficientes en las negociaciones para abrir la reflexión sobre la futura relación entre ambas partes y avanzar hacia una segunda fase, más focalizada en el comercio. Mientras, el tiempo correo y el divorcio europeo se materializará en marzo de 2019.
Los imprescindibles de Bruselas
Los derechos de los ciudadanos europeos en Reino Unido, las libertades de movimiento, el paraguas jurídico, las obligaciones presupuestarias del Reino Unido con el bloque comunitario y el futuro de la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte serán protagonistas. Son los aspectos fundamentales para empezar una segunda fase y dialogar sobre comercio.
Derechos de los ciudadanos europeos en Reino Unido. La UE quiere que se mantengan los mismos derechos y protecciones garantizados por ley europea, tanto para los ciudadanos británicos como para los comunitarios. Bruselas demanda además “cooperación administrativa”, tras las cartas de expulsión recibidas por algunos ciudadanos europeos.
Obligaciones financieras. Bruselas demanda que el Gobierno de Theresa May respete sus obligaciones financieras. Las estimaciones de la Comisión Europea indican que la factura se sitúa entre los 60.000 y 100.000 millones de euros.
Euratom. Reino Unido quiere seguir formando parte de la Comunidad Europea de la Energía Atómica. Bruselas discreta, aunque valora necesario un régimen de garantías.
Marco Jurídico. Londres desea ser autónomo de las cortes europeas como última instancia para temas nacionales. Para Bruselas, la ley europea debería seguir aplicándose para las decisiones adoptadas antes de la salida y para los temas pendientes. Valora que la Corte Europea tenga la última palabra sobre los temas abiertos y garantizar la seguridad jurídica en los que ya se han resuelto.
Colaboración policial que cubra los temas que abarcan las directivas comunitarias. Además, es motivo de conflicto el deseo británico de revisar los antecedentes de todos los europeos que se quieran asentar en Reino Unido, así como aplicar las leyes y controles que se usan ahora hacia terceras partes, incluyendo motivos para la expulsión.
Protección de los bienes ya intercambiados. Bruselas demanda que Reino Unido mantenga los estándares que se usan ahora en la UE. Admiten excepciones y adaptaciones en el futuro.
Mecanismos de arbitraje. Los 27 consideran imprescindibles mecanismos para la futura interpretación del acuerdo de salida. Se esperan dispuestas en todos los niveles durante un tiempo.
Protección para las agencias y cuerpos europeos. El proceso de desconexión será lento y por ello Bruselas exige protección para sus funcionarios y organismos.
Fuente: elmundo.es, bolsamania.com
