¿Cómo es el hombre que dirige SpaceX y Tesla?
Escribir sobre Elon Musk es escribir sobre el futuro de lo que conocemos hasta ahora, y lo que ha de llegar.
Musk planea colonizar Marte, fabricar coches eléctricos, cambiar la forma de viajar e incluso superar la muerte. Cree en las energías renovables, sobre todo solar, y en la unión entre el cerebro y la máquina.
Se ha convertido en el sucesor de Steve Jobs en el mundo de la tecnología y la innovación, y es uno de los hombres más seguidos en Silicon Valley.
Ha conseguido ser el principal proveedor de viajes espaciales de la NASA y poner de moda el coche eléctrico entre ricos y famosos, a través de Tesla, una marca que cotiza por encima de los 350 dólares, sube más de un 60 % en Bolsa y vale más que General Motors o Ford.
Hay quien lo considera como el Leonardo Da Vinci del Siglo XXI.
El perfil de Elon Musk
Nació en Sudáfrica en 1971.
Desde niño ya apuntaba maneras. Fabricaba cohetes caseros y con 12 años programó un videojuego que vendió por 500 dólares.
Llegó a EEUU desde Canadá.
En 1995 fundó Zip2, una empresa que gestionaba el desarrollo, alojamiento y mantenimiento de sitios web específicos para empresas de medios de comunicación. Fue vendida cuatro años después a Compaq Computer por 300 millones de dólares, 22 de ellos para Musk que a su vez los reinvirtió en X.Com, germen de PayPal, y donde fue consejero delegado.
Tras varias discusiones con la directiva que le expulsó de su puesto, al igual que Steve Jobs en Apple, luchó por mantener su participación en la empresa. Esto le reportó 150 millones de dólares en 2002, cuando eBay compró PayPal por 1.500 millones de dólares.
SpaceX y Tesla, mirada al futuro
Este mismo año Musk (2002) fundó SpaceX, una empresa de cohetes.
Propone llegar al espacio abaratando el coste de los lanzamientos de la NASA a menos de la mitad.
Pese a que nadie le creyó y los retrasos, errores, y tres cohetes fallidos pusieron a la empresa al borde de la quiebra, Musk mantuvo a flote su visión y empresa.
Al cuarto intento en 2008, un cohete de SpaceX orbitó y volvió a la Tierra satisfactoriamente.
La llegada de Barack Obama a la Casa Blanca impulsó la empresa. La NASA contrató con SpaceX doce misiones y el Presidente de EEUU inyectó 500 millones de euros a Tesla, ya devueltos. Musk entró en la compañía en 2003 con 6,5 millones de dólares y desde entonces es consejero delegado y máximo accionista.
Musk quiere enviar ya en 2018 a los primeros ciudadanos de la Luna en misión espacial. Para ello ha absorbido una empresa de alquiler de paneles solares para viviendas, SolarCity, y acaba de lanzar al mercado el vehículo eléctrico Model 3, que costará 35.000 dólares en 2018 y con el que quiere democratizar el vehículo eléctrico.
Además, Musk es mecenas de otros proyectos futuristas como Hyperloop, un tren capaz de alcanzar los 1.200 kilómetros de velocidad. Ha creado este año Neuralink, una empresa que pretende explorar las neuronas del cerebro para establecer posibles conexiones con los ordenadores. Y pretende instalar chips en los cerebros para combatir enfermedades, evitar nuestra obsolescencia programada y retrasar la muerte.
Próximos retos
La financiación es uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta Musk. Por ejemplo, la empresa de coches eléctricos no ha dado beneficios en ninguno de los ejercicios desde su creación en 2003.
Resistencia al cambio, ante proyectos e ideas que cambiarán a la humanidad por completo, y las cuestiones legales y éticas que surgirán al respecto.
Sus frases
“No creo compañías solamente por crearlas, sino que para que logren cosas”
“A algunas personas no les gusta el cambio, pero necesitas afrontarlo especialmente si la alternativa es un desastre”
“Estoy interesado en cosas que cambien el mundo, que tú veas y pienses: ‘Wow, cómo pasó esto, cómo fue posible’”
Fuente: expansion.com, americaeconomia.com
