Pese a los negativos augurios que se publicaban con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, la economía mexicana ha sabido superar las pesimistas previsiones y mirar incluso hacia estrategias de expansión y crecimiento.
Los buenos resultados económicos para este año y el próximo dan buena cuenta de ello, así como las previsiones de destacadas firmas como la consultora PwC, para quien proyecta será la séptima economía más importante en 2050. Además, el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, señalaba en una entrevista televisiva que el país está ahora en una senda de crecimiento moderado y sostenible.
Todo ello posiciona a México en un escenario lleno de oportunidades económicas, nuevas relaciones comerciales e inversiones que apuntalen el crecimiento positivo. Se prevén además reformas estructurales en educación o el ámbito financiero.
Sector en crecimiento
El sector energético es uno de los más importantes y se está impulsando este tipo de industria en el sur del país.
La apertura al sector privado para la exploración y explotación de recursos ha permitido que el panorama del sector haya dado un giro de 180 grados: ha cambiado de forma radical y esté saneado. Un ejemplo de ello es Petróleos Mexicanos, que ha pasado de ser una amenaza a la estabilidad económica a ser un aliado. La agencia calificadora Fitch modificó su perspectiva de negativa a estable sobre esta compañía.
En ello han contribuido tres factores gubernamentales: la puesta en marcha del Plan de Negocios 2017-2021, la materialización de la Reforma Energética y el fortalecimiento de su perfil de deuda.
Hasta ahora, señala la Secretaría de Energía del Gobierno de México, se han adjudicado licitaciones para explotar más de 70 áreas de petróleo y gas, proyectos que superan los 60.000 millones de dólares y podrían alcanzar más de 100.000. Datos que ofrecen positivas perspectivas económicas y numerosas oportunidades de inversión en el país azteca.
Fuente: eleconomista.es