EEUU podría salir del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Es una de las posibilidades que ya baraja el Gobierno de México, ante la modernización de un acuerdo cuya primera ronda de negociación comenzará el próximo 16 de agosto en Washington. Por ello, la Secretaría de Economía informa de que baraja otras estrategias y escenarios, y ya trabaja en una nueva “agenda comercial” para diversificar el comercio.
Si EEUU deja de ser parte del TLCAN, el tratado continuaría aplicándose para México y Canadá, mientras que para las disciplinas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) regirían en un nuevo escenario comercial con EEUU.
En 2016, las importaciones estadounidenses desde México fueron de 179.583 millones de dólares, mientras que las exportaciones fueron de 302.655 millones de dólares, en 2016. El comercio bilateral cerró en 482.238 millones de dólares.
En paralelo a la actualización del TLCAN, México busca reformar el convenio comercial con la Unión Europea, consolidar la Alianza del Pacífico, profundizar y ampliar los acuerdos de cooperación económica, y mejorar la integración con Asia-Pacífico a través del Tratado de Asociación Transpacífico (TPP).
Prioridades indispensables
El documento “Prioridades de México en las Negociaciones para la Modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte” que se ha presentado a la Cámara Alta refleja las prioridades y líneas de negociación de México. El país latinoamericano quiere modernizar los procesos aduaneros, evitará la reinstauración de aranceles, cuotas u otros mecanismos que afecten a las exportaciones mexicanas a Estados Unidos, y sostendrá que la negociación sea siempre a tres bandas: Canadá, México y EEUU.
Entre las bases de negociación, existen cuatro ejes temáticos indispensables para fortalecer la posición de México en la economía global y expandir los beneficios del libre comercio: fortalecer la competitividad de la región; conseguir mayor integración de los mercados laborales; aprovechar y desarrollar las oportunidades de la economía del Siglo XXI, como los sectores digitales o energéticos; avanzar hacia un comercio regional inclusivo y responsable; revisar los sistemas para combatir la corrupción; y promover mecanismos que generen confianza en el comercio y las inversiones.
Solución de controversias
Se prevé una dura negociación. La Administración del Presidente de EEUU, Donald Trump, ya expuso en su borrador del TLCAN varios temas de controversia, como el restablecimiento de aranceles o la eliminación del capítulo 19, dos de los puntos intocables para México.
México defenderá el sistema imparcial de solución de controversias, estipulado en este capítulo 19. Sostiene que este tipo de disposiciones contribuyen “a hacer más previsibles las operaciones de comercio exterior y las inversiones” y generan certidumbre en la integración de América del Norte. Sostiene que más de dos décadas demuestran su efectividad. Tras el anuncio del gobierno estadounidense de eliminarlo, Canadá amagó con salirse del TLCAN, el gobierno mexicano está abierto a modernizarlo.
Sobre el incremento de la competitividad, defiende la importancia de mantener el acceso preferencial, sobre todo de productos agropecuarios, hasta la capacitación y educación, pasando por el flujo de personas con fines laborales.
México confía en que el TLCAN entre en vigor a finales de 2018, por lo que sería aprobado por el nuevo Senado nacional tras las elecciones del próximo año.
Fuente: expansion.com, lavanguardia.com, elfinanciero.com.mx
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